La artillería naval es el conjunto de armas de guerra de un buque pensadas para disparar a largas distancias empleando una carga explosiva impulsora.
LA MARINA REPUBLICANA:
A partir del 18 de julio de 1.936, la gran, mayoría de los buques de la Marina quedaron en poder de las fuerzas leales al Gobierno de la República. Por ello el bando republicano tuvo menos necesidad que su oponente de convertir buques mercantes en navíos de guerra, por mera adición de material artillero y, en ocasiones de blindaje suplementario en zonas concretas de los barcos.
El Gobierno de la República logró poner en servicio todos los destructores clase “Churruca”, que el 18 de julio estaban todavía en construcción. Eran estos los denominados “Almirante Antequera”, “Gravina”, “Jorge Juan” y “Ulloa”, que entraron a formar parte de la flota republicana entre 1.936 y 1.937, armados con cañones de 120 mm como artillería principal.
El Gobierno republicano adquirió y montó en sus buques diverso armamento antiaéreo del que, como les ocurriera a sus oponentes, carecían de manera casi absoluta. También en la zona frente populista, y sobre todo en el norte vasco, cántabro y asturiano, se utilizaron con profusión mercantes y pesqueros armados para completar las unidades de guerra presentes en esos teatros de operaciones.
La denominada Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi, en su escaso año de vida, mantuvo operativos, por ejemplo, nueve bous armados, veintisiete dragaminas y una veintena de lanchas de diversos cometidos.
En el Mediterráneo, con base en los principales puertos murcianos, levantinos y catalanes, operaron varias flotillas de vigilancia compuestas por pesqueros y lanchas patrulleras de circunstancias, armadas con diversos y antiguos cañones y ametralladoras.
BUQUES DE GUERRA INCORPORADOS A LA MARINA REPUBLICANA.-
Los seis destructores en construcción en Cartagena el 18 de julio de 1.936 se fueron incorporando a la flota republicana a medida que la factoría naval los iba entregando. El primero de ellos fue el “Almirante Miranda”, cuyas obras estaban prácticamente finalizadas. Entró en servicio el 25 de julio y se incorporó a la flotilla de destructores de Cartagena. Un mes más tarde salía a la mar el “Gravina” y tres semanas después el “Escaño”. El 24 de octubre de 1.936 se incorpora a la flota republicana el “Ciscar”.
Los dos últimos destructores, cuyas obras estaban mucho más retrasadas, el “Jorge Juan” y el “Ulloa”, entrarían en servicio al año siguiente, el 30 de agosto y el 20 de noviembre de 1.937, respectivamente.
Al parecer solo había en Cartagena, destinados a los primeros destructores, un total de nueve cañones Vickers de 120 mm y 45 calibres Modelo “F”, circunstancias que obligó a desmontar uno de los cinco cañones Vickers Modelo “D” de cada uno de los siete destructores en servicio de la primera serie de la clase “Churruca”, para armar con todos ellos, en la medida de lo posible, los cuatro destructores cuya entrega estaba prevista para los meses siguientes. Para completar el armamento de los nuevos destructores cuya entrega estaba prevista para los meses siguientes. Para completar el armamento de los nueve destructores se llegaron a utilizar, durante un breve espacio de tiempo, las piezas Vickers de 101,6 mm y 40 calibres procedentes de los destructores “Alsedo” y “Lazaga”, cuya operatividad en los primeros meses de la guerra era bastante escasa.
En total la Marina Republicana dispuso de treinta y cinco cañones de 120/45 Modelo “D” y otros catorce del Modelo “D”. Los dos últimos destructores entregados a la Marina republicana, fueron armados con los cañones Vickers de 120 mm procedentes de sus hermanos “Churruca” y “Alcalá Galiano”, ambos averiados y amarrados a los muelles del arsenal en Cartagena hasta el final de la contienda.
La defensa antiaérea de estas unidades, al igual que sus antecesores de la primera serie, estaba encomendada a un cañón Vickers en montaje de gran ángulo de 76,20 mm y 45 calibres, de los cuales la Marina republicana disponía de unas doce piezas, por lo que el “Ciscar”, en abril de 1.937 fue dotado de un cañón similar, de 76,20 mm, pero de solo 34 calibres. Además de estos cañones, los destructores fueron destinatarios de otro tipo de armas antiaéreas en distinta fases del conflicto y se produjeron cambios constantes de este nuevo armamento.
Estos nuevos medios de defensa antiaérea eran, por un lado, ametralladoras de 25 y 13, 2 mm marca Hotchkiss, todas ellas en montajes dobles, adquiridos antes de la guerra aunque montadas en los buques una vez iniciada la misma; y por otro, piezas Bofors de 40 mm y 56 calibres y Oerlikon de 20 mm y 70 calibres, todas ellas importadas por la República a finales de 1.938 y montadas en los barcos es esas mismas fechas.
LAS AMETRALLADORAS ANTIÁEREAS REPUBLICANAS.-
En diciembre de 1.935 se había firmado un contrato con la firma Hotchkiss para la adquisición de diez equipos dobles de ametralladoras antiaéreas de 25 mm y otros diez de 13,2 mm con sus repuestos y municiones. Este material no comenzó a estar en España hasta abril de 1.936, fecha en que llegaron a Cartagena cuatro montajes de 25 mm y diez de 13,2 mm con accesorios y munición.
El día del Alzamiento todas las ametralladoras estaban en el Arsenal de Cartagena sin montar en ningún buque, y a ellas se unió otra de 25 mm que, aunque destinada al cañonero mexicano “Durango”, sería incautada por las autoridades republicanas en Valencia. El resto del pedido jamás llegaría a España. Republicana Ametralladoras-HotchkissTras la sublevación, la Marina gubernamental montó estas ametralladoras en la mayoría de los buques de superficie que quedaron en su poder, como el acorazado “Jaime I”, los cruceros “Libertad” y “Cervantes” o los destructores en el transcurso del conflicto sufrieron múltiples cambios de emplazamientos e incluso alguna pérdida por hundimiento del buque que lo portaba o por inutilización de la propia arma.
Como ayuda procedente del exterior, en el transcurso de la guerra la Marina Republicana recibió varias ametralladoras de 40 mm: unas del modelo Bofors, moderno y eficaz en su cometido antiaéreo, y otras Vickers-Terni, variante italiana de una ametralladora inglesa de montaje naval. Los buques que montaban estas armas fueron los cruceros “Libertad” y “Cervantes”, y los destructores “José Luis Díez”, “Ulloa” y “Almirante Valdés”.
Hasta diciembre de 1.938, la mayoría de los buques de la flota republicana recibieron ametralladoras Oerlikon de 20 mm. El despliegue de estas armas se muestra a continuación:
BIBLIOGRAFÍA:
JOSÉ MARÍA MANRIQUE GARCIA Y LUCAS MOLINA FRANCO. LAS ARMAS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.
4 comentarios en «MARINA REPUBLICANA»
Estupenda pagina, muchas gracias.
Tengo una duda, cual era la artilleria antiaérea ligera del crucero Libertad en la batalla del Cabo de Palos? La informacion es algo contradictoria pues en algunos caso hablan de montajes dobles de 13.2 mm, en otro de un montaje igualmente doble de 25 mm (Hotchkiss en ambos casos) y finalmente que montajes de ambos calibres estaban presentes. Muchas gracias. Atte.
A.M. del Aguila.
En la batalla naval de Cabo de Palos, la artillería antiaérea que montaba el Crucero «Libertad» consistía en:
* 4 cañones Vickers de 101,6/45 cal. M-12
* 2 cañones Hotchkiss de 47 mm.
Tras finalizar la Guerra Civil, el nuevo crucero «Galicia» (ex Príncipe Alfonso y ex-Libertad) realiza las pruebas de mar en julio de 1944, quedando su artillería antiaérea de la siguiente forma:
* 2 Montajes Vickers de 47 mm.50 Cal.
* 2 Montajes Bofors de 40 mm. 60 Cal.
* 4 Ametralladoras Oerlikon de 20 mm.
Magnífico trabajo, muchas gracias. Viendo fotos de posguerra de los destructores en una parada naval en Cádiz, da la impresión de que los montajes de 25 mm a popa no se instalaron centrados, sino ¿ligeramente a babor o a estribor?
Existe también una foto de guerra con un montaje de 13,2 en la popa de uno de los cruceros, pues se ven las torres de dos cañones y de un cañón.
¿Hay alguna información de dónde se colocó el de 25 mm en el Churruca?
Muchísimas gracias!
Buenas tardes, en respuesta a su comentario, su impresión puede ser cierta ya que las ametralladoras antiaérea Hotchkiss de 25 mm. en el caso que expone, y las ametralladoras en general, suelen ir en las bandas o, tanto en proa como en popa, dependiendo del tipo de buque. Viendo una foto de un destructor de la clase “Churruca”, para ser más concreto el Destructor “Almirante Ferrándiz” está a popa, pero en la línea de crujía.
Referente a la ametralladora Hotchkiss de 13,2 mm de los cruceros y también de los Destructores Clase “Churruca” de la segunda serie (Almirante Antequera, Almirante Miranda, Císcar, Escaño, Gravina, Jorge Juan y Ulloa). También la montaban a popa, en igual de condiciones que la de 25 mm.
Un saludo.