La artillería naval es el conjunto de armas de guerra de un buque pensadas para disparar a largas distancias empleando una carga explosiva impulsora.
MECANISMOS DE ÉMBOLO.-
Todo mecanismo de esta clase consiste en hacer movible el fondo del ánima formando parte de un émbolo y asegurar la posición de dicho fondo en su sitio, una vez cargado el cañón, por cualquier medio mecánico que satisfaga a las condiciones expuestas anteriormente.
Algunos sistemas de los comprendidos en este grupo son:
Sistema Navarro Sangran:
Este sistema consiste el medio (fig. 125a) en suprimir el cascabel y taladrar la culata, pasando a través de esta en dirección del eje del ánima, un vástago o varilla de hierro, a cuyo extremo anterior va un platillo o disco también de hierro batido de superior calidad, que avanzando hasta la misma noca de la pieza, pueda recibir la carga y arrastrarla consigo hasta el sitio que debe ocupar.
El mayor inconveniente de este sistema, es que en un fuego vivo el calor que adquiere el disco puede ser por si suficiente a la deflagración de la pólvora, y esta fue sin duda la causa de no persistir en las pruebas, quedando la idea sin aceptación.
Sistema Engstrom:
Este ingenioso mecanismo es debido al teniente de navío sueco Engstrom. El cañón (fig. 125b), barrenado en toda su longitud, afecta a la parte posterior del ánima tres formas completamente distintas: tronco-cónica, cilíndrica y la también cilíndrica de menor diámetro, pero con dos canales, rectas a los costados que ocupan cada una la extensión de un cuadrante. El émbolo termina en una parte tronco-cónica, que se ajusta exactamente a la correspondiente del ánima y la base anterior está vaciada formando un casquete o semiesfera cóncava, que constituye el fondo de la recamara.
La parte posterior restante del émbolo, es cilíndrica, con dos filetes rectos de las mismas dimensiones que las canales que hay en la parte posterior del ánima. El vástago del émbolo pasa a través de un abertura practicada en la pieza “T” y tiene las maniguetas con que se maneja, fijando su posición cuando conviene por medio de una tuerca atornillada en el extremo roscado de dicho vástago. Dicha pieza sirve para contener el émbolo cuando se atrae, y pudiendo después girar la charnela sobre uno de sus costados, deja expedita la entrada del ánima para poder cargar la pieza. La obturación se obtiene por medio de un anillo expansivo de cobre que, ajustado en la parte posterior de la recamara contra la unión de ésta con el émbolo, si dilata en el acto del disparo y evita la salida o escape de los gases de la carga y sus perjudiciales efectos.